Foto: PIES de Occidente
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2014, el 89.1% de la población guatemalteca en el área urbana tiene acceso a mejores fuentes de abastecimiento de agua, en comparación con el 64% de la población del área rural que tiene este acceso. La misma encuesta indica que menos del 30% de los hogares del área rural tienen acceso a saneamiento mejorado, es decir, instalaciones que aseguren una separación higiénica de los excrementos con el contacto humano; en comparación con el 83% de hogares en el área urbana que cuentan con este beneficio. Contar con saneamiento mejorado puede ayudar a reducir la prevalencia de enfermedades infecciosas en la niñez menor de 5 años, así como también los niveles de desnutrición crónica y global.
El tema de agua y saneamiento conlleva problemas de equidad de género. Según la Política Nacional del Sector de Agua Potable y Saneamiento, el 74% de las actividades de acarreo de agua en Guatemala son realizadas por mujeres, adolescentes y niñas. Las mujeres, niñas y adolescentes suelen ser las personas “responsables del tratamiento del agua” de las labores de limpieza y aseo del hogar y del lavado de los alimentos, entre otras actividades vinculadas con el agua. Se estima que el tiempo promedio empleado en estas actividades es entre 5 y 6 horas por día, según la Red de Agua y Saneamiento de agua, RASGUA.
Mujeres, niñas y niños en Guatemala caminan largas distancias para acarrear agua.
Foto: PIES de Occidente.
Sololá es uno de los departamentos de Guatemala con mayores índices de pobreza, especialmente en las comunidades indígenas, lo que repercute más en las mujeres y niñas, limitando drásticamente su participación en la toma de decisiones. Las relaciones de género y los estereotipos arraigados afectan la participacion de las mujeres, desde los actos individuales, familiares y comunitarios. Las mujeres están ausentes de las decisiones sobre proyectos de infraestructura, servicios de agua segura y saneamiento, lo que implica que sus necesidades y el conocimiento que poseen sobre este recurso, estén ausentes también, ocasionando errores graves en desiciones importantes como la mala ubicación de tanques de agua, exponiendo a niñas y mujeres a algún tipo de violencia en el camino para recolectarla.
Para sensibilizar, crear reflexiones y propuestas sobre esta problemática, la Asociación PIES de Occidente, la Mancomunidad Tzolojya, en el marco del proyecto “Promoción de los Derechos Humanos al Agua de mujeres de comunidades indígenas de Sololá”, realizaron el Encuentro de Mujeres Indígenas “Las desigualdades de género en la gestión comunitaria del agua”, con la participación de 60 mujeres integrantes de los Comités del Agua y Saneamiento -CAS- , Comisiones Comunitarias de la Mujer -CCM- y mujeres lideresas de Sololá y Nahualá. En este primer encuentro, las participantes reflexionaron y discutieron sobre las brechas de género en relación al agua segura, analizando los retos y los desafíos en la gestión y participación de las mujeres en la incidencia y toma de decisiones en sus comunidades.
Foto: PIES de Occidente
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Las participantes identificaron estrategias y mecanismos para mejorar la participación de las mujeres en el sistema de agua segura y analizaron los desafíos que enfrentan a diario en el hogar y en las comunidades, las principales causas y problemáticas que limitan la participación y/o obstáculos que enfrentan las mujeres en la administración, operación y mantenimiento del agua.
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“Las mujeres somos quienes manejamos el agua en las comunidades y en nuestros hogares. También es importante recalcar que en las comunidades hay escasez de agua y quienes más sufrimos con este problema somos nosotras, las mujeres. Por ello es importante que nos involucremos en los Comités de Agua, para plasmar nuestras ideas en la gestión de proyectos y unirnos y apoyarnos como mujeres. El agua es un derecho de todas y de todos”, expresó María Sequiec, participante de la comunidad Pujujil, El Adelanto, Sololá.
Cada participante reflexiono sobre los diferentes roles de género que la sociedad ha impuesto a hombres y mujeres, poniendo en desventaja a las mujeres. Al finalizar el encuentro concluyeron que estos espacios ayudan a fortalecer sus conocimientos y las motivan para alzar la voz y ejercer plenamente sus derechos.
¡Nosotras sí podemos!
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Alice Zilda Maria Osorio Vasquez, participante de la comunidad Xeabaj I, del municipio de Nahualá, Sololá indica que las mujeres es la población con mas desventaja, ya que viven a diario la discriminación y el machismo, no pueden ejercer el derecho de expresar sus ideas y menos demostrar sus capacidades. “Hoy estamos muy agradecidas por esta gran oportunidad que nos brinda la Asociación PIES de Occidente y ONGAWA para ir tejiendo nuestras ideas y nuestras capacidades e ir avanzando para que todas tengamos ese derecho de participar en nuestras comunidades”. Alice, mencionó que es madre y que la vida le ha permitido tener dos hijos, lo que no le impide tener la fuerza de participar en estos espacios y seguir estudiando, para demostrarles a las mujeres de su comunidad que con mucho esfuerzo nosotras las mujeres “sí podemos” lograr nuestros sueños y empezar hacer cambios a nivel comunitario.
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Dominga Saquic Itzep de la comunidad Xeabaj II, de Nahualá, “las mujeres queremos y podemos participar en los Comités de Agua, pero encontramos la barrera en los hombres, quienes nos limitan la oportunidad de ejercer nuestro derecho en la participación comunitaria. Con nuestras compañeras hemos reflexionado en este encuentro que las mujeres y los hombres somos iguales y debemos tener los mismos derechos y oportunidades. Nosotras las mujeres queremos estar en los Comités de Agua Potable, tenemos ganas de participar”
Aunque en teoría las mujeres y los hombres seamos iguales ante la ley y gocemos de los mismos derechos universales, todavía existen países como Guatemala en el que hay mucho por hacer para lograr una verdadera equidad. Para ello es fundamental reconocer los aportes de las mujeres en espacios de toma de decisión, para mejorar la salud, educación, saneamiento y acceso al agua de las comunidades y del país entero.
El proyecto “Promoción de los Derechos Humanos al Agua de mujeres de comunidades indígenas de Sololá”, busca a través de procesos de capacitación, sensibilización y reflexión, promover la igualdad de participación y oportunidades entre hombres y mujeres con respecto al uso, acceso y control del agua en las comunidades y en algún futuro no tan lejano ver comunidades con sistemas de agua y saneamiento gestionados y diseñados por hombres y mujeres por igual y así mismo contribuir a la transformación de las relaciones de género y visibilizar a las mujeres como agentes de cambio en la familia, comunidad y país.
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